El verano ha sido de mucho trabajo y de disfrute, y ahora, estoy dedicando tiempo a mi hogar, porque como digo siempre, es muy importante que donde vivamos lo sintamos nuestro hogar, llegar y decir: ainsss como en casa en ningún sitio, y como hay infinidad de cosas que hacer... pues siempre estoy liada, con inventos nuevos, cambios... en fin, cositas que hacen que tengamos siempre ilusión. Siempre podemos cambiar algo, crear rincones nuevos, cambiar colores en alguna habitación... Además yo me agarro a eso que dicen que cambiar los muebles de sitio da buena suerte...jiji
Así que, la conclusión es que me queda muy poco tiempo para crear inventitos extras, pero...de repente lo ves, y dices, tiene que ser mío!! y pides ayuda, porque obviamente ya no le quedan horas a tus días pero quieres que sea tuyo!!!! porque tienes que comprar todos los materiales y que alguien te ayude a montarlo... y haces lo imposible... jajajaja y aquí está!!!!
¡¡¡¡¡Mi torre de aprendizaje!!!!
Bueno, de Samuel, y la verdad, ha sido todo un acierto, la hemos montado mi papá y yo, (sin su ayuda, aun no hubiera tenido ni los materiales) queda lijarla un poco y customizarla, pero no aguanto más y Samuel quiere usarla todo el tiempo, hemos cocinado, se ha lavado sus manitas cara y dientes mirándose al espejo, e incluso ha llegado a la cesta de las galletas!
El resultado es casi perfecto, para ser la primera que hacemos... La idea ha sido de múltiples páginas que iba viendo, ademas cogí esta idea que he visto varias veces en la que usaban el banco bekvam de Ikea más unos listones y tornillos! No tiene más! Eso si, tengo algunos consejos para que os quede incluso mejor que a mi! Espero que os guste y os animéis a hacerla!
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